Por | 14/01/2016| 2 Comentarios

La industria de las telecomunicaciones está viviendo un profundo cambio desde hace años. En el ámbito de la telefonía, muchos clientes están pasando de los sistemas telefónicos tradicionales o analógicos a la telefonía IP que utiliza Internet. La nueva generación ha llegado, pero ¿qué nos aporta y cuando se recomienda utilizarla?

La telefonía IP es una tecnología bastante reciente que permite la transmisión de voz a través de redes IP en forma de paquetes de datos. El funcionamiento es bastante sencillo: nuestra voz se digitaliza, se comprime y viaja empleando un protocolo de Internet (IP). Cuando llega a su destino, realiza el proceso inverso, es decir, la voz en formato digital se transforma nuevamente en analógica.

Para una persona que viaje constantemente por motivos de trabajo, la telefonía IP ofrece sin duda una gran ventaja. Con esta modalidad, se puede realizar una llamada desde cualquier punto del planeta siempre que exista una conexión a la Red.

Frente a la telefonía convencional o analógica que siempre tiene unos costos fijos –el propio mantenimiento de línea- independientemente de las llamadas que se realizan, la telefonía IP no tiene costos asociados y también es más barata.

La telefonía IP es muy útil para cualquier entorno empresarial aunque quizás no tanto para el doméstico. En el ámbito privado, los sistemas telefónicos tradicionales o analógicos todavía ofrecen buenas prestaciones y realmente tampoco se necesita mucho más. En cambio para empresas que, por ejemplo, tienen sucursales u oficina repartidas en otros puntos de la geografía, la telefonía IP ofrece grandes ventajas debido a que las llamadas internas no se cobran, es decir, nos podemos comunicar con todas las áreas de forma totalmente gratuita.

Por otra parte, la telefonía IP permite, dentro del ámbito de los negocios, establecer una comunicación del tipo conferencia en la que pueden intervenir más de un interlocutor a la vez. Además, mediante el uso de determinadas aplicaciones, podemos añadir nuevos servicios de comunicación como, por ejemplo, la mensajería instantánea o la videoconferencia. Con esta última posibilidad, muchas grandes empresas pueden reducir significativamente los gastos en desplazamientos o viajes para mantener reuniones.

Aunque todavía hay mucho camino por recorrer, la telefonía IP se está alzando como la alternativa más idónea para el mundo de los negocios y empresarial. Todavía quedan muchos temas que pulir y perfeccionar, pero lo que está claro es que este sistema ha venido para quedarse y expandirse con fuerza. Grandes multinacionales la han incorporado y, poco a poco, empieza a adentrarse en ámbitos más pequeños.