El comportamiento del consumidor digital ha variado significativamente en los últimos años. La amplia oferta que se encuentra a través de Internet, el acceso libre a la información y a la posibilidad de contrastar opiniones, el fenómeno de las redes sociales y los nuevos dispositivos electrónicos que permiten operar con datos móviles han provocado que el perfil de cliente sea cada vez más exigente.
A pesar del nivel de exigencia, lo cierto es que el volumen de transacciones comerciales a través de la red crece a un ritmo imparable a nivel mundial. El usuario está cada vez más familiarizado y habituado a realizar sus compras virtualmente por la comodidad que le supone. A estas alturas, sin embargo, es importante conocer el perfil del cliente que se encuentra detrás de una compra.
- Más emoción y menos información: Aunque a todo cliente digital le interesa conocer con detalle el producto que desea adquirir, sus prestaciones, garantías, etc. también y, cada vez más, busca que las marcas o los negocios virtuales también empaticen con sus sentimientos. Ya no se trata, por tanto, de exponer un catálogo de productos o servicios en una web sino de dar un paso más allá logrando que el usuario viva una experiencia única y se le haga, en cierta manera, partícipe de la marca. La participación activa en concursos a través de las redes sociales, por ejemplo, fidelizan y atraen al cliente.
- Multicanal: A punto de entrar en 2016, el cliente de Internet ya no opera sólo a través del ordenador. Tablets y smartphones han permitido que las compras se realicen desde cualquier terminal. De ahí, que el consumidor digital exija a las marcas o empresas virtuales puedan atender sus necesidades desde cualquier soporte que se utilice.
- Tremendamente social: El nuevo perfil de consumidor busca opiniones constantes a través de Internet. Confía en los comentarios que otros usuarios hacen sobre un determinado artículo o servicio. Algunos estudios detallan que uno de cada cinco usuarios leen hasta 10 opiniones antes de hacer su compra sobre todo cuando se trata de productos tecnológicos.
- El tiempo es oro: Si hay un rasgo que lo identifica es que no puede esperar. Acostumbrado a que la mayoría de negocios virtuales hagan las entregas de los pedidos en un plazo de 24 horas ha provocado que muchos consumidores directamente pasen a otra página cuando observan que no van a poder disfrutar de su compra dentro de ese plazo de tiempo.
- Consumo cooperativo: Un fenómeno que se está produciendo con mayor frecuencia es la compra colectiva, es decir, un único cliente compra para varios por la rebaja de precio que se puede obtener. Algunos negocios ofrecen interesantes descuentos cuando la cantidad que se compra supera ciertas unidades.
Como vemos, la revolución digital no sólo ha afectado a múltiples facetas de nuestra vida, sino que también ha propiciado que el consumidor digital tenga nuevas necesidades.
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